Ya no llueve,
Paco está encerrado
en mi libro de poesías.
Trae atardeceres y una calle en otoño.
Robles y fresnos se deshacen.
Hay un pliegue en este tiempo
húmedo y menudo
que susurra y cuenta escenas.
Esconde las respuestas
ya sin confusión.
Sé que la alegría se asoma
y vuelve a esconderse,
Sé que es otoño
y veo pasar por esa calle, refugios.
Sé que hay alguien
que recuerda y escucha
entre robles, fresnos y amores
que se deshacen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario