Nos encontró el camino,
muestras tu tesoro,
un pececito,
hay muchos en el arroyo.
El sol nos abre a mediodía.
Cuando regrese,
ninguno de los dos creerá
en tesoros, ni en milagros.
Estarás en el arrozal
hilvanando semillas verdes,
agitarás una hoz,
yo hilvanaré luces ,sonrisas
de pequeños creyentes,
en otras sendas,
sólo para sobrevivir.
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