En esa sonrisa hay palabras
y todo el aroma de los tomates.
Cuando el agua no alcanza
detiene su sonrisa
entre los frutos
y las quebraduras ácidas.
Imitando al sol, contra las piedras
abre su alegría
para hacerla semilla.
Simplemente, siembra
para matar o traicionar a la muerte,
todos los días.
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