Un hueco
tras un ausente
que duele,
amado o acogido,
!quien puede decirlo!.
Fue una herida
de carnes abiertas
hasta hace un ratito.
Es una mirada que hilvana
la mano a este cuaderno.
Y la memoria que lucha
contra ese latido
y su rumor.
Quien puede
medirlo siquiera,
quien puede nombrarlo
mas que nosotros,
yo, que aún tengo astillas
de vos
hasta en los ojos.
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