Orillas

  Por la noche había llovido mucho, la arena tenía ojos de agua. Cuando estaba ahí sentado se preguntaba qué hacer con las oleadas de recuerdos, qué hacer con el pasado. Tal vez la lluvia fuera la misma enfrente? Y la luna? A veces se preguntaba también, quiénes eran los de la otra ribera. Sólo conocía sus pies, su calzado porque era lo que llegaba hasta su orilla. Innumerables gomas con tiras rojas, blancas, azules, verdes, amarillas, negras. Desde que era pequeño ése era su juego, el juego de la madrugada,caminar por la orilla buscando calzado, primero los atesoraba y buscaba el par. Esperaba . Esperaba el vaivén de la marea para aguardar lo que faltaba.
  Sentado frente al mar, mirando el sol o la luna o los dos - había momentos en que casi estaban los dos- se interrogaba qué hacer con tantos recuerdos?. Tenía innumerables gomas, recuerdos. Primero, probó intercambiar con rezos, pidió a su dios, recrearlos, al mismo tiempo, trato de intercambiar con otros -ahora me refiero a los calzados. Había otros en la aldea que practicaban ese juego, el de los pares.
   Esa noche había soñado con elefantes y al otro día, en espera se le ocurrió despuntar la goma hasta que vio la trompa, luego, las orejas y finalmente, los pies de un elefante fucsia. Se lo regaló a Thika y ella le devolvió unos ojos en sonrisa. Tenía una sandalia blanca y decidió que podía ser una cebra. Cada una de las sandalias perdidas se convirtió en un pequeño animal, Thika le agregó colores. Pensó que ésa era la respuesta a la espera, a lo que la marea traía, recrear las sandalias o el pasado, trasnformarlo.
  Él había creado su propia selva, animó a los otros jóvenes, mujeres, con sus figuras y hubo pelotas, autos y hubo hasta quienes comenzaron a venderlos a los turistas.  Alguien comunicó a las redes sociales que en Kenia se podía hacer algo con las doce toneladas de ojotas que llegaban a sus costas desde Malasia,Vietnam, Laos o Tailandia. Chanzas de la globalización. Nakuru sólo pensaba en qué hacer con la oleda de recuerdos que lo acuciaban al amanecer.