Me distraigo en una calle
que nombra el amor.
Duda la noche
y palidece un hombre.
Dos siluetas
amarillas y lejanas
de la mano.
Deambulan, flotan.
Piedra y pasto iluminado.
Tiempo que aún respira
De duelo?
Grita
en grito hecho de silencios.
En calle dorada
gritan
espíritus dorados
no hieren.
Sólo queda envolver lunas
o juntar estrellas
y nombrar el amor
nuevamente.
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