Sé que no tienes el número de mi suerte
y sin embargo, cantas la esperanza
de tenerla.
Y te creo, cada momento
cuando me ofreces esa posibilidad
y la lotería parece un mañana,
un posible.
Sé que no tienes el número de mi suerte
y sin embargo,
escucho tu canto cifrado, para no engañarme.
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