Y la lluvia me abraza
desde su aroma, recién llegada.
Acaba de venir
no viene de la mano de la muerte,
sospecho que la tierra
no necesita ya más agua,
ya vació el sol que había en sus poros.
Sin salida las lágrimas
deben ceder,
hay que guardar un poco
en el bolsillo,
por si en algún tiempo hacen falta .
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