Es costumbre cuando alguien inicia un camino pide permiso a la Tierra, pide también por sus afectos, por los que no han venido y construye una apacheta con las piedras, una por cada deseo, va el mío.
Para renovar nuestra fe en tus bendiciones
Esta noche, allá en el norte donde se preservan las
costumbres de los mayores, rodeados de afectos se le da de comer a la Tierra
para que florezca. Con cantos, comidas
se la festeja para que brote en yemas, frutos y flores.
Todos los años se renueva este deseo de los pobladores
creyentes de la tierra. Ojalá esta
celebración, esta petición conmueva a otros hombres de otras culturas pero con
los mismos dolores para que entiendan
que la tierra no es propiedad de nadie, sino que ella nos posee y por tanto, es
deber nuestro compartirla, pedir perdón por las guerras que destrozan vida.
Este año sería súplica para que cese tanta muerte.
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