Un tejido en el árbol,
un silbido en mi calle.
Hay un instante en que el tejido,
el silbido y mi sueño se unen.
Hubo y dibujé en mi cartografía
un beso largo.
Ahora, a esta hora el tejido,
el silbido y mi sueño, enlazados
por una bicicleta que lleva música
hacia el trabajo.
Un día de éstos
voy a animarme a recorrer mi calle
a la madrugada con un silbido
sólo para contagiarme de su alegría.
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